La Comisión Europea insiste en que su prioridad es llegar a una solución negociada antes de que expire el plazo dado por Donald Trump, el 1 de agosto, pero sigue adelante con los preparativos para tener a punto la doble ronda de aranceles que perfila desde que Washington lanzó la guerra comercial en abril y que, si fracasan las conversaciones, Bruselas quiere que entre en vigor el 7 de agosto, con recargos principalmente del 25% sobre unos 93.000 millones de euros en compras a Estados Unidos.