China subirá la edad para acceder a la jubilación por primera vez desde 1978, lo que se traducirá en que los hombres podrán dejar de trabajar con 63 años, frente a los 60 actuales, y en que el mínimo para las mujeres que desempeñen labores físicas y cualificadas pasará de 50 a 55 y de 55 a 58 años, respectivamente.