La compañía estadounidense de procesadores Intel obtuvo unas pérdidas netas atribuidas de 16.639 millones de dólares (15.322,2 millones de euros) en el tercer trimestre de este año, lo que contrasta con los beneficios de 297 millones de dólares (273,5 millones de euros) del mismo periodo de 2023, según ha comunicado la firma, que se encuentra enfrascada en su plan de reestructuración.