El regulador financiero del Reino Unido ha mostrado una postura favorable a aliviar la carga regulatoria que pesa sobre los bancos y aseguradoras británicos, aunque ha subrayado que debe evitarse una » carrera a la baja» ya que la mejora de la posición del sector no pasa por degradar los estándares, puesto que resiliencia y competitividad «van de la mano».