El Banco de la Reserva de Australia, organismo encargado de la política monetaria del país oceánico, ha decidido mantener este martes los tipos de interés en el 4,10%, en máximos desde abril de 2012, aunque ha advertido de que es posible que sea necesario subir más la tasa para devolver la inflación al objetivo del 2%-3% en un plazo razonable.