La Comisión Europea ha dado este lunes su visto bueno a la compra de los operadores belgas VOO y Brutélé por Orange, si bien condiciona la autorización de la operación a que su competidor Telenet tenga acceso al menos durante los próximos diez años a la red fija existente y a la futura red de fibra para mayoristas en parte del país para evitar problemas de competencia.