La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha defendido que el impuesto temporal aplicado a los bancos españoles no afecta a la solvencia y liquidez de las entidades, mientras que es un elemento que contribuye a la «paz social», un activo importante a la hora de que España sea uno de los principales destinos de inversión.