El Gobierno del Reino Unido y Ofwat, el regulador del sector del agua, están evaluando planes de contingencia para la intervención de Thames Water, la mayor compañía de suministro de agua y tratamiento de aguas residuales del país, después de la dimisión de la consejera delegada de la empresa, Sarah Bentley, y la incertidumbre sobre la viabilidad de la compañía, cuya deuda supera los 14.000 millones de libras (16.292 millones de euros).