El anuncio por sorpresa del Gobierno de Italia de que introducirá una medida «de equidad social» que gravará con un 40% los beneficios extraordinarios de la banca en 2023 ha supuesto un duro golpe para el sector, que ha sucumbido en la sesión de la Bolsa de Milán con pérdidas en algunos casos superiores al 10% y que ha hecho tambalear también la cotización de otras entidades del Viejo Continente.