El precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, llegaba a subir más de un 4% antes de la apertura de los mercados del Viejo Continente ante la escalada de tensión en Oriente Próximo, llegando a superar momentáneamente el umbral de los 90 dólares, aunque posteriormente enfriaba su avance ligeramente por encima del 1%, hasta algo más de 88 dólares por barril.