El Ministerio de Economía y Finanzas de Italia ha aclarado que el nuevo gravamen a los bancos anunciado por el Gobierno del país trasalpino «prevé un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total», un alcance sustancialmente inferior al estimado inicialmente por los mercados y que provocó un desplome generalizado de la banca en la sesión del martes.