El producto interior bruto (PIB) de la zona euro no registró crecimiento alguno en el primer trimestre de 2023 respecto de los tres meses anteriores, cuando la actividad en la región se contrajo un 0,1%, según la última revisión publicada por Eurostat, que ha mejorado en una décima la lectura del dato de enero a marzo, permitiendo así a la eurozona esquivar por la mínima su entrada en recesión técnica.