Los negociadores del Parlamento Europeo y de los Veintisiete han acordado reforzar las normas de protección del consumidor que establecen el «derecho a reparar» para asegurar que, cuando se averían dispositivos como televisores, lavadoras o teléfonos móviles, el cliente podrá exigir la reparación del aparato en lugar de su reemplazo y que cuando se opte por esta opción se prorrogue doce meses la garantía del artículo.