Las entidades bancarias del Reino Unido deberán ofrecer a sus clientes la posibilidad de ingresar o retirar dinero en efectivo de manera gratuita dentro de un radio máximo de una milla (1,6 km) en áreas urbanas y de hasta tres millas (4,8 km) en zonas rurales, según el plan presentado por el Tesoro británico, que contempla la imposición de multas a aquellos bancos que incumplan sus obligaciones.